La perfumería es un arte que combina ciencia y creatividad para capturar y expresar emociones a través de aromas. Para entender mejor este fascinante mundo, es esencial conocer las familias olfativas.

Estas son categorías que clasifican los diferentes tipos de perfumes según sus ingredientes y características.

Las cuatro familias base ocupan sus respectivos espacios en la rueda de las fragancias, ideada por Michael Edwards.

A continuación, te explico las principales familias olfativas y lo que hace que cada una de ellas sea única.

1. Familia Floral
La familia floral es la más extensa y diversa. Agrupa fragancias cuyo corazón está compuesto por notas florales como la rosa, el jazmín, el lirio, la violeta y muchas otras. Dentro de esta familia, se pueden encontrar subcategorías como los florales frescos, florales blancos y florales orientales. Son perfumes románticos, elegantes y femeninos, aunque también existen florales masculinos.

Ejemplo de perfumes florales: Chanel Nº 5, J'adore de Dior.

2. Familia Oriental
La familia oriental, también conocida como "ámbar", es conocida por su calidez, profundidad y sensualidad. Incluye notas de especias como la vainilla, el clavo, el anís y la canela, así como resinas y bálsamos. Los perfumes orientales suelen ser intensos, exóticos y duraderos, perfectos para la noche o para climas fríos.

Ejemplo de perfumes orientales: Opium de Yves Saint Laurent, Shalimar de Guerlain.

3. Familia Amaderada
Las fragancias de la familia amaderada tienen como base notas cálidas y ricas provenientes de maderas como el sándalo, el cedro, el vetiver y el pachulí. Son perfumes sofisticados y a menudo asociados con la elegancia masculina, aunque también existen opciones amaderadas para mujeres. Pueden ser secos, dulces o incluso ahumados.

Ejemplo de perfumes amaderados: Terre d'Hermès, Gucci by Gucci.

4. Familia Fresca
La familia olfativa fresca se distingue por sus notas ligeras y volátiles, que suelen estar compuestas de ingredientes naturales como cítricos, hierbas, y esencias marinas. Estas fragancias son ideales para climas cálidos y momentos en los que se desea una sensación de frescura y ligereza.

Ejemplo de perfumes frescos: Acqua di Giò de Giorgio Armani, L’Eau d’Issey de Issey Miyake